martes, 7 de diciembre de 2021

PREPARANDO LA NAVIDAD

 


           

  Cuando nos vamos acercando al final del calendario, empieza a oler a  Navidad, esa época que a unos les gusta muchísimo y a otros nada, se nos agolpan los recuerdos de los seres queridos que en otro tiempo estuvieron y ya no están. 

Sea como sea, debemos verla como un tiempo más de nuestra vida y en la que si tenemos  fe, espiritualidad, o cualquier otra creencia que cada uno profese, tenemos que pensar que la vida sigue y que esa persona que se fue, si la mantenemos en nuestro corazón, siempre estará con nosotros.

Es en esta época del año cuando más sentimientos se nos despiertan a flor de piel, ya que todo brilla y huele a Navidad, se nos agudizan los sentidos, con las luces en las calles y en las casas, los villancicos, los dulces...

Cada casa vive la Navidad de una forma, pero cuando hay niñ@s es mucho más especial, ellos nos contagian su alegría, su ilusión y podemos llegar a ver con los ojos de nuestro niñ@ interior.

En el mundo Patchwork, también es Navidad y sacamos esas telitas que durante el año mantenemos guardadas porque sus estampados son para la época, tejidos que al verlos despiertan nuestra imaginación, y que con la ayuda de lo que aprendimos en los talleres de Patchwork, emprendemos una labor que se convertirá en una joya para el recuerdo.

Dentro del abanico de posibilidades que nos ofrece el Patchwork para realizar trabajos navideños, encontramos tanto tapetes o caminos para decorar nuestras mesas, adornos para el hogar, detalles personalizados para regalar y un sin fin de trabajos para todas las edades.

Yo en concreto, tengo labores que marcaron una época o un momento de mi vida, un recuerdo, momentos que si bien no se olvidan, estos trabajos me ayudan a vivirlos con más intensidad y de los cuales me siento muy orgullosa.






miércoles, 3 de noviembre de 2021

EL MUNDO PATCHWORK

Hola de nuevo.

 Hoy vengo a hablaros del ”PATCHWORK”, una labor que, si bien empezó siendo un

aprovechamiento de telas para realizar mantas y de esa forma abrigarse los antiguos

colonos americanos durante el crudo invierno, ha terminado siendo un hobby, del que

muchas personas disfrutamos.

Hoy en día, no es esa su finalidad, aunque bien es cierto que después de realizar muchos

trabajos, tenemos siempre infinidad de trocitos de telas, que despiertan nuestra creatividad

y terminamos haciendo nuevos trabajos con el aprovechamiento de esos retazos.

Para mí empezó siendo una labor que durante mucho tiempo quise aprender y que no había

tenido la oportunidad de realizar. Había tocado muchos palos, cosiendo ropa de confección,

ropa de hogar, bordado a máquina y a mano, manualidades…, todo lo que se me ponía por

delante lo quería aprender, Fue en ese momento en el que descubrí que el patchwork era

lo mío.

Me formé, leí, asistí a monográficos, viajé para ver patchwork, y mi mundo cambió.

En la actualidad , después de 15 años impartiendo talleres y practicando patchwork, me sigue

entusiasmando como el primer día.

En las clases que imparto se crea un vínculo entre las alumnas que es muy importante y

que se va retroalimentando con el paso del tiempo.

Aunque cada persona lleva su labor adelante individualmente, todas comparten ideas,

opiniones, risas, creando un buen ambiente único. Porque como digo siempre, “el grupo

enriquece”. Y ahí es cuando sientes que este hobby te ha calado verdaderamente y se te

ha metido en lo más profundo, pues mientras más lo practicas, más te gusta, y más

desarrolla tu creatividad.





Taller de patchwork de la 

Asociación de mujeres 

María Palacios.

         Umbrete


Mas informción  por whatsaap

domingo, 10 de octubre de 2021

UN ANTES Y UN DESPUÉS.

 

Después de muchos años de inactividad en el blog he decidido retomarlo, y que sea una ventana más al mundo para contaros novedades y nuevos proyectos del que formemos parte tanto vosotr@s como yo.

Durante todo este tiempo, tod@s hemos pasado por un montón de situaciones distintas, unas buenas y otras no tanto, unas alegres y otras menos…, pero lo que es seguro que todo el mundo ha compartido y al unísono ha sido esta pandemia, la cual se nos vino encima, de la noche a la mañana, coartando nuestra libertad, apoderándose de nosotros con ese miedo a lo desconocido, cabreándonos incluso en algún que otro momento con aquellos que no respetaban la cuarentena o los que simplemente pasaban del confinamiento.

Y algo más de año y medio después empezamos a ver la luz, sin bajar la guardia por supuesto, pero algo más tranquilos, por esos hospitales que han dejado de estar colapsados y ese personal sanitario que, como consecuencia, empieza a sentirse menos presionado por fin, pues bastante han sufrido. Aprovecho desde aquí para dar las gracias a todos esos ángeles que nos han cuidado.

Ahora es el momento de resurgir de nuestras cenizas, cual ave Fénix, y volver a coger las riendas de nuestras vidas, retomando todo aquello que dejamos seguramente apartado por las circunstancias: nuestro deporte de cabecera, nuestras aficiones…, nuestra VIDA.

En mi caso, han sido las labores mi principal vía de escape durante todo este tiempo, tocando muchos palos diferentes, tanto costura de confección como manualidades, ganchillo, y mi labor preferida, el Patchwork. Ésta última ha sido la que más tiempo me ha tenido entretenida y la verdadera culpable de haber conseguido un desarrollo considerable de mi creatividad más profunda.

Es por ello que animo a todo el mundo que pueda a participar en esta disciplina, la cual  os aseguro que engancha, pues denota un sinfín de emociones positivas por sus tejidos alegres, sus composiciones infinitas y su creatividad más absoluta.

No te lo pienses y da por fin ese paso para confeccionar felicidad.