Después de muchos
años de inactividad en el blog he decidido retomarlo, y que sea una ventana más
al mundo para contaros novedades y nuevos proyectos del que formemos parte
tanto vosotr@s como yo.
Durante
todo este tiempo, tod@s hemos pasado por un montón de situaciones distintas,
unas buenas y otras no tanto, unas alegres y otras menos…, pero lo que es
seguro que todo el mundo ha compartido y al unísono ha sido esta pandemia, la
cual se nos vino encima, de la noche a la mañana, coartando nuestra libertad,
apoderándose de nosotros con ese miedo a lo desconocido, cabreándonos incluso en
algún que otro momento con aquellos que no respetaban la cuarentena o los que simplemente pasaban del confinamiento.
Y algo más
de año y medio después empezamos a ver la luz, sin bajar la guardia por
supuesto, pero algo más tranquilos, por esos hospitales que han dejado de estar
colapsados y ese personal sanitario que, como consecuencia, empieza a sentirse
menos presionado por fin, pues bastante han sufrido. Aprovecho desde aquí para
dar las gracias a todos esos ángeles que nos han cuidado.
Ahora es el
momento de resurgir de nuestras cenizas, cual ave Fénix, y volver a coger las
riendas de nuestras vidas, retomando todo aquello que dejamos seguramente apartado
por las circunstancias: nuestro deporte de cabecera, nuestras aficiones…,
nuestra VIDA.
En mi caso,
han sido las labores mi principal vía de escape durante todo este tiempo,
tocando muchos palos diferentes, tanto costura de confección como manualidades,
ganchillo, y mi labor preferida, el Patchwork. Ésta última ha sido la que más
tiempo me ha tenido entretenida y la verdadera culpable de haber conseguido un
desarrollo considerable de mi creatividad más profunda.
Es por ello
que animo a todo el mundo que pueda a participar en esta disciplina, la
cual os aseguro que engancha, pues
denota un sinfín de emociones positivas por sus tejidos alegres, sus
composiciones infinitas y su creatividad más absoluta.
No te lo
pienses y da por fin ese paso para confeccionar felicidad.