martes, 25 de enero de 2022

HERENCIA


Todos tenemos a personas que nos han dejado en algún momento de nuestra vida, ya sean familiares o amigos, y de quienes hemos querido guardar algún objeto que nos llene de su recuerdo e incluso nos haga sentirlo verdaderamente cerca.

Los trabajos de patchwork tienen esa maravillosa cualidad  y es que son herencia para aquellos que dejemos en un futuro al marcharnos. En ellos ponemos todo nuestro cariño, creatividad y horas de trabajo para realizar una labor totalmente artesanal.

¿Y si además conseguimos utilizar una tela o un material específico que nos ha pertenecido en vida y con el que se nos recuerda especialmente? Sería aún más personalizado. Porque los trabajos de patchwork aún copiados son únicos y exclusivos, ya que cada persona que lleva a cabo una creación le aporta su impronta.

Si por el contrario es alguna persona querida la que nos ha dejado de alguna manera, también podemos realizar algún trabajo con objetos o telas que hayan pertenecido a ella en vida, y así crear un recuerdo que perdurará para siempre entre nosotros.

Cuando empecé con este maravilloso mundo del patchwork, mi padre me regaló unas corbatas que ya no usaba, pero que me recordaban mucho a él por todas las veces que se las había visto puesta.

Años después cuando ya nos dejó, las saqué para hacer algún trabajo en el que pudiese utilizar dichas corbatas y así tenerlo aún más presente si cabía.

Fue  entonces cuando decidí hacer una menina, que por cierto me apasionan, con sus propias corbatas. 

El resultado fue un tapiz que colgué de inmediato, el cual tiene toda su esencia y que cada vez que lo miro me recuerda a él, mi padre, siempre arreglado y con sus variadas corbatas. 

Y yo orgullosa de que fuese él mismo quien me hiciera aquel regalo en vida. 

Gracias papá, va por ti.